El nuevo rey de la inteligencia artificial en Wall Street pone en alerta a los inversores
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Cuando el S&P 500 registró nuevos récords históricos durante la pasada semana, algunos podrían preguntarse si repetiremos lo ocurrido en 2024, cuando el índice alcanzó la friolera de 57 máximos históricos. Por supuesto, las principales acciones tecnológicas y la fiebre por la exposición a la inteligencia artificial (IA) impulsaron gran parte de las ganancias del año pasado, pero 2025 se perfila como una historia ligeramente diferente.
Más acciones están participando en el impulso alcista, y hemos visto resultados menos potentes por parte de algunos de los principales nombres tecnológicos. Sin embargo, entre todos los protagonistas de esta ola, hay una compañía cuya ascensión ha sido tan espectacular como desconcertante. Una firma que ha disparado su valor un 375% en los últimos doce meses y cuyo nombre está en boca de todos los inversores.
Se trata de Palantir, una enigmática compañía fundada por Peter Thiel, el multimillonario empresario, famoso por haber cofundado PayPal junto a Elon Musk y, más recientemente, por haber dejado la junta directiva de Meta para apoyar a Donald Trump en su camino a la Casa Blanca.
Las cifras son de vértigo. Solo en el último mes, las acciones de Palantir han subido un 41%, acumulando un alza del 82% en tres meses y del 48% en lo que va de 2025. Su capitalización de mercado ha alcanzado los 262.000 millones de euros, situándola en el selecto club de las empresas más valiosas del S&P 500 y la segunda más alcista en 2025.
Palantir desafía la gravedad
Esta compañía, cuyo negocio se basa en ofrecer soluciones de IA y análisis de datos, ha capitalizado la creciente demanda de estas tecnologías tanto en el ámbito empresarial como en el gubernamental. Sus últimos resultados financieros superaron las expectativas, con ingresos que crecieron un 40% interanual, impulsados por contratos estratégicos en defensa y sector privado. El margen operativo también ha mejorado, situándose en un 28%, frente al 22% del año anterior.
¿Dónde está el problema, entonces? Pues en un indicador que los inversores no pueden ignorar: su relación precio-beneficio (PER) ha alcanzado la cifra estratosférica de 630. ¿Qué significa esto? Básicamente, que cotiza a un precio que equivale a 630 años de sus beneficios actuales. Para ponerlo en perspectiva, Tesla llegó a tener un PER de 140 y Nvidia alcanzó los 250 en su momento más álgido.
¿Es posible justificar un PER tan alto? Según el presidente ejecutivo de Renta 4, Juan Carlos Ureta, un múltiplo tan alto deja pequeños los niveles de empresas tecnológicas históricas y plantea dudas sobre la sostenibilidad de este crecimiento. “Solo se justifica si los ingresos de la compañía crecen de forma sostenida a tasas superiores al 50% anual, algo que ni las empresas más exitosas han logrado mantener en el tiempo”, señala.
Pero el verdadero problema no está solo en las cifras. Hay dos factores adicionales que han empezado a preocupar a los inversores. Primero, el director ejecutivo de la empresa ha adoptado un nuevo plan para vender hasta 9.975 millones de acciones, lo que podría suponer ingresos cercanos a los 1.200 millones de dólares. Este movimiento ha generado inquietud, ya que suele interpretarse como una señal de que los directivos consideran que las acciones están sobrevaloradas. Además, la empresa corre el riesgo de tener caídas en sus ingresos previsto si se producen recortes en el presupuesto de defensa de Estados Unidos, uno de sus principales clientes.
Este tipo de noticias han tenido un efecto inmediato y el resultado de estas noticias fue inmediato: las acciones cayeron un 10% en la jornada del miércoles 19 de febrero. ¿Casualidad? No lo parece.
¿Burbuja o simple corrección?
Aquí es donde las opiniones se dividen. Algunos analistas creen que estamos ante una corrección lógica tras la vertiginosa subida de los últimos meses. Sin embargo, otros advierten que la acción podría estar atrapada en una burbuja alimentada por el entusiasmo desmedido en torno a la IA. “Cuando una acción sube casi un 400% en un año, hay que preguntarse si el crecimiento es sostenible o si estamos ante un exceso de euforia”, señala un informe de Morningstar.
Por su parte, los expertos de BlackRock son más cautos y recomiendan buscar oportunidades en empresas con valoraciones más razonables. “El potencial de la IA es innegable, pero los inversores deben ser selectivos y evitar compañías que cotizan a múltiplos excesivos”, afirman. En otras palabras, no es que la IA no tenga futuro, sino que pagar 630 veces los beneficios actuales es una apuesta demasiado arriesgada.
¿Deberían los inversores aprovechar las correcciones para entrar en la acción o es mejor mantenerse al margen? La respuesta depende del perfil de cada inversor. Quienes buscan altas rentabilidades y están dispuestos a asumir riesgos podrían considerar pequeñas posiciones, siempre con la precaución de no apostar más de lo que están dispuestos a perder. Por el contrario, los inversores más conservadores harían bien en esperar a que la valoración se ajuste a niveles más razonables.
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