El bono de EEUU cae a nuevos mínimos del año en el 4,3% y cierra su distancia frente a la deuda alemana
- El mercado afianza la expectativa de dos recortes de tipos de la Fed en 2025
- Un inversor gana hasta un 3,5% con el cambio de precio del bono en el año
El bono de Estados Unidos a diez años cayó este martes a nuevos mínimos del año. La rentabilidad de la principal referencia del mercado secundario de deuda vuelve al 4,31% llevado por las compras que no se ven con la misma fuerza en el resto de los bonos soberanos. Y es que con esta presión compradora, el bono de Estados Unidos también estrecha el diferencial del riesgo exigido por los inversores con el bono alemán.
La deuda estadounidense con vencimiento a una década arrancó el 2025 con un rendimiento más de 20 puntos básicos por encima de los niveles que marca en la actualidad. Esto implica registrar la mayor caída de rentabilidad con este vencimiento entre sus comparables en el mercado de bonos soberanos. Solo los títulos brasileños marcan una caída superior, con la diferencia de que Brasil no es referencia para la renta fija global.
Mientras tanto, el bono alemán a diez años (Bund) escala hasta el 2,46%. Esto deja una diferencia entre ambos, que se conoce habitualmente como prima de riesgo, de 184 puntos básicos: la brecha más pequeña entre ambas referencias desde octubre del año pasado. «La disparidad con el bono americano deriva del previsible aumento del gasto en defensa en Europa y la expectativa de que las elecciones alemanas den paso a un mayor impulso fiscal», comentan desde el departamento de análisis de Bankinter.
Los rendimientos de los bonos estadounidenses caen en toda la curva, aunque es a partir de los cinco años donde se concentra la presión compradora. Los inversores están interpretando que la Reserva Federal de Estados Unidos tiene por delante un escenario en el que la flexibilización monetaria cobra mayor sentido. Y es que, por primera vez en casi cuatro semanas, la opción de dos recortes de tipos de interés de 25 puntos básicos cada uno vuelve a ser el escenario más probable para este 2025.
Los contratos financieros OIS (overnight indexed swap, que registran el tipo intercambiario y sirven para proyectar los tipos de interés de un banco central en el corto y medio plazo) vuelven a valorar los mismos recortes previstos para el presente ejercicio que se barajaban el primero de enero. Fue la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero y sus primeras medidas arancelarias las que truncaron estas perspectivas de flexibilización monetaria. No obstante, donde el 1 de enero de 2025 se esperaba el primer recorte entre marzo y mayo, ahora se traslada este anuncio para la reunión de junio, como pronto, según los contratos IOS.
Los últimos datos macroeconómicos estadounidenses y la incertidumbre de las políticas de Donald Trump siembran la incertidumbre en el mercado de deuda. Esto lleva a firmas como Jupiter Asset Management a valorar que el bono de EEUU a diez años pueda traspasar el 4% durante el próximo año. No obstante, estas expectativas no son compartidas por el consenso de mercado que recoge Bloomberg, ya que se espera que la referencia para el mercado de deuda cierre el 2025, de media, en el 4,38% de rentabilidad. Del mismo modo, se espera que alcance el 4,2% para 2026.
Esta caída de la rentabilidad mueve el precio de los bonos al alza. En lo que va de año, un inversor que comprara un bono el 1 de enero de 2025 hoy obtendría ganancias superiores al 1,7%. Si la compra se hubiera producido cuando el bono estaba en el 4,8%, las ganancias superarían el 3,5% por el aumento de precio
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