Thomas Glanzmann dejará su cargo como presidente del Consejo de Grifols

Cabe mencionar que se ha informado de este cambio en una semana importante para Grifols. Mañana, la catalana comunicará sus resultados financieros de 2024; y el 27 de febrero, celebrará su Capital Markets Day en Londres. Allí, informará a los stakeholders de sus planes de negocio.

A lo largo de su trayectoria en la compañía, Glanzmann ha ocupado distintos puestos. En febrero de 2023 fue nombrado presidente ejecutivo en sustitución de Steven F. Mayer y, tres meses después, asumió las funciones de consejero delegado. Cedió este último cargo a Nacho Abia en abril de 2024. Por último, el pasado septiembre pasó a desempeñarse únicamente como presidente no ejecutivo.

El 2024 quedará en la memoria tanto de Glanzmann como del laboratorio como un año difícil. El directivo ha tenido que dirigir el barco por una tormenta. Primero, fueron los múltiples ataques de Gotham, y en consecuencia, la investigación de la CNMV. Ambos hechos plantaron la semilla de la desconfianza entre los inversores y accionistas de la compañía. También tuvo que hacer frente a la posible oferta pública de adquisición (opa) de Brookfield, que al final se quedó en un mero intento.

Además, durante su mandato, uno de los principales retos fue la deuda que soportaba la compañía, debido principalmente a la compra de Biotest por 1.453 millones en 2021. En 2022, la compañía tenía un ratio de apalancamiento de 7,1 veces el resultado bruto de explotación (ebitda). Ahora, los bancos estiman que en 2024 se haya situado en 4,3 veces el ebitda. Este último año Grifols redujo su pasivo a través de varias operaciones. Por un lado, vendió su participación en Shanghai Raas a Haier por 1.629 millones de euros; y por otro, llevó a cabo dos procesos de emisión de bonos garantizados (uno por valor de 1.000 millones y otro de 1.300 millones).

Retos de la nueva presidenta

Anne-Catherine Berner, como nueva presidenta no ejecutiva de Grifols, tendrá que hacer frente a la lista de desafíos a los que se enfrenta el laboratorio catalán.

El principal reto de la empresa será volver a los niveles de capitalización de 2023, es decir, a las cifras de antes de los ataques del fondo Gotham. Para ello, primero necesita recuperar la confianza de los mercados. Si se analiza su evolución, en diciembre de 2023 sus acciones llegaron a valer 15,46 euros mientras que ayer, a cierre de mercado, se situaba en 9,63 euros. En otras palabras, sus títulos se ha desplomado un 37,7% en ese tiempo. También tendrá que seguir haciéndose cargo del desapalancamiento de la empresa.

Por otra parte, esta no es la única decisión que ha tomado Grifols. La compañía indicó que propondrá a la junta una reducción del número de miembros que componen el Consejo de Administración por la salida de Glanzmann. Concretamente, pasaría de 13 a 12 vocales.