La gran prueba de fuego para el ‘toro’ de la IA: Nvidia, frente al espejo este miércoles
- El mercado duda si la demanda de chips se mantendrá tras el terremoto de DeepSeek…
- … que lanzó las primeras alertas por la posible caída de costes en tecnología
- La acción cotiza un 6% por debajo de los precios previos a la llegada de la IA china
Es la próxima gran prueba de fuego para los toros de la inteligencia artificial», así definieron los analistas de Bank of America la situación actual de Nvidia. La que hasta hace pocas semanas era la ‘reina’ de Wall Street y de los mercados globales espera sus resultados trimestrales, con estimaciones de un incremento del 141% en sus ganancias netas a cierre de 2024, superando los 73.122 millones de dólares, y un aumento del 112% en ingresos, hasta los 129.634 millones de dólares.
Por el momento, todo son estimaciones, pero los inversores ya están trabajando con ellas. «Ha sido una de las grandes ganadoras del mercado estadounidense después de multiplicar su precio de cotización por diez en algo más de dos años», asegura el fundador de Planeta Bolsa, Víctor Galán, quien simultáneamente alerta de la ralentización en el crecimiento que ha experimentado el fabricante de semiconductores en los últimos meses. Aun así, entiende que la acción sería un ‘mantener’, como lo consideran casi el 10% de las firmas que cubren el valor. De ellas, el 89,5% apuesta por ‘comprar’ los títulos, descontando que lo mejor aún está por llegar para la empresa que dirige Jen-Hsun Huang.
Nvidia cotiza casi un 6% por debajo de los precios previos a la fuerte liquidación de finales del mes de enero que provocó la irrupción de la inteligencia artificial china de DeepSeek que, de un día para otro, rompió el cuasi-monopolio protegido por la estadounidense a capa y espada durante los últimos tiempos. En algo menos de ocho horas de negociación, DeepSeek provocó que el fabricante de chips norteamericano suprimiera 589.000 millones de dólares en capitalización bursátil. Ninguna otra empresa en la historia había registrado una pérdida de valor tan grande en una sola jornada.
DeepSeek ahora abre la puerta a un cambio de paradigma y una rotación hacia nuevas tecnologías, no solo para Nvidia, sino para todo el mercado de valores a nivel global. Durante al menos los últimos dos años, Nvidia ha sido el motor de este mercado, una compañía que, en 2023, cotizaba en torno a los 15 dólares.
Sea como fuere, tras soportar el impacto, la regente del mercado se revolvió y se reafirmó sobre su liderazgo. Nvidia sigue siendo, por el momento, líder del negocio de GPU para inteligencia artificial con más del 50% de cuota, aunque seguida muy de cerca por la división en la nube de Amazon (AWS) que ha crecido hasta el 13% con sus aceleradores propios, Trainium. Al tiempo, otros competidores como AMD o Google han perdido cuota en favor de Marvell que ha ganado territorio con soluciones de silicio personalizadas.
Blackwell: la apuesta de Nvidia con desafíos técnicos
Pero Nvidia, mientras tanto, lo que hace es mirar hacia nuevas conquistas porque en su ánimo está pasar de ser un fabricante de semiconductores -segmento en el que ya hay demasiada competencia- a convertirse en un proveedor integral de servidores de inteligencia artificial. La norteamericana tiene el control de uno de cada cuatro servidores de IA del mundo, por detrás únicamente de Dell (30%), que usa en gran medida las GPU de Nvidia.
Aunque la gran pregunta de los inversores a Jen-Hsun Huang y las futuras apuestas que se hagan sobre el título dependerán de las estimaciones no solo de la evolución del negocio al calor de la IA, sino también de cómo está evolucionando la arquitectura de sus chips Blackwell, crucial para su estrategia a futuro. Hasta ahora, han sido varios los desafíos a los que se ha enfrentado esta tecnología por el sobrecalentamiento de servidores o fallas en el diseño como la descubierta en octubre cuando salió a la luz que los entresijos de Blackwell contaban con un defecto que afectaba a su funcionalidad y reducía los rendimientos de producción. Junto a TSMC, Nvidia consiguió solucionar el problema.
A estos problemas iniciales, varios usuarios reportaron problemas de rendimientos de estos chips, lo que provocó retrasos en la producción y distribución de semiconductores y limitaron la capacidad de Nvidia para satisfacer las necesidades del mercado y sus clientes.
Hace menos de diez días, la tarjeta gráfica de gama alta, GPU RTX 5090 Founders Edition, supuso un nuevo sobresalto para Nvidia después de que varios usuarios que probaron esta tarjeta informaran de que el plástico de los extremos de los cables de alimentación se derretía provocando daños en los conectores, un problema que recuerda al que afectó a las GPU RTX 4090.
Potencial alcista superior al 30%
Por ingresos, Nvidia prevé recuperar parte del lustro perdido durante los últimos meses con ingresos que podrían superar los 129.000 millones de dólares a cierre del ejercicio fiscal 2025, en gran parte, gracias a la mejoría del balance a cierre del cuatro trimestre. Aun con todo, el beneficio por acción se mantendría prácticamente inalterable con respecto de los números de 2024 sobre los 2,94 dólares.
De cara al primer y segundo trimestre del año fiscal 2026, las previsiones de ventas que maneja el mercado son de 42.200 millones de dólares y 55.400 millones de dólares, respectivamente, lo que sugiere una perspectiva sólida a pesar de los problemas continuos en el lado de la oferta.
Aunque la tónica general de los analistas es optimista ante el futuro de los chips, el contrapunto para Nvidia lo puso HSBC hace unos días tras ajustar el precio objetivo de 185 a 175 dólares, aunque manteniendo su recomendación de ‘comprar’. Valorada en algo más de 3,43 billones de dólares, los analistas de la entidad británica entienden que Nvidia a pesar de los persistentes desafíos en la cadena de suministro, será capaz de seguir aumentando los envíos de la GPU B200 durante la primera mitad del año fiscal 2026.
De momento, las cifras están ahí: en los últimos doce meses Nvidia ha incrementado su capitalización más de un 70%. El precio objetivo de aquí a un año vista que recoge el consejo de mercado de Bloomberg está en los 175,06 dólares, lo que implica un potencial alcista de más del 30%.
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