Alemania y Francia se ponen a la cabeza de la ‘locomotora bursátil’ europea
- El beneficio por acción crecerá un 25% en el Dax germano y un 15% en el Cac
- El Ibex se queda en el vagón de cola, con un alza del BPA que no llega al 8%
Alemania acaba de salir de unas elecciones federales que arrojaron un resultado sin sorpresas: la victoria de la CDU, tradicional partido de poder en Alemania, que podrá gobernar con el otro histórico partido mayoritario, el SPD. Estos comicios se han celebrado con el país germano inmerso en la recesión: Alemania encadena ya dos años de decrecimiento del PIB (Producto Interior Bruto). La locomotora alemana parece griparse. Pero la Bolsa del país, que acaba de tocar máximos de todos los tiempos, cuenta una historia distinta.
El índice bursátil de referencia en el país, el Dax, lleva un subidón del 48% en dos años, y casi del 13% en lo que llevamos de 2025. Este mismo mes ha tocado los niveles más altos de su historia, lo que contrasta con la anémica situación de la economía alemana. Pero, además, si nos fijamos en el crecimiento que se espera para cada índice, la Bolsa de Fráncfort también se sitúa a la cabeza de cara a los dos próximos años.
El mercado pronostica para el Dax una subida del BPA (beneficio por acción) de más del 25% entre 2024 y 2026. Este porcentaje supera con creces al estimado para su homólogo francés, el Cac, donde ese indicador aumentará un 15%, aproximadamente, alza parecida a la que registrará el EuroStoxx 50. Los índices alemán y galo se colocan sobradamente por encima del resto de grandes bolsas europeas, mientras que el Ibex 35 se queda en el vagón de cola, con una subida que no llega al 8%.
«Muchas veces, el peligro que tienen los índices bursátiles es que se extrapola a ellos la visión macro sobre un país», explica Alfonso de Gregorio, director de Inversiones en Finaccess Value. «No se puede olvidar que un 15% de la composición del Dax corresponde a SAP, que es una empresa eminentemente global; Siemens pesa un 10%; Allianz, casi un 8%, igual que Deutsche Telekom; y en el caso de esta última, el 60% de su beneficio bruto operativo viene de Estados Unidos», detalla De Gregorio. Las empresas que más pesan en el índice son de perfil global, en algunos casos tecnológico, como es el caso del fabricante de software SAP.
Victoria Torre, responsable de Oferta Digital de Self Bank, señala que el comportamiento del Dax «ha sido brillante en 2023 (con una subida del 20%), 2024 (+19%), y el comienzo de 2025 también lo está siendo, algo que no refleja la debilidad por la que atraviesa su economía. Esto se explica, en parte, por el buen desempeño de SAP, que pesa cerca de un 18% en el índice, y a pesar del mal comportamiento de otros sectores (automóviles, químicas…)». Por otro lado, «cerca de un 30% del volumen de negocio de las empresas del Dax tiene como destino otros países de Europa, un 25% a Norteamérica y un 15% a China, lo cual podría ser un argumento para seguir viendo la misma tendencia en los próximos meses», explica esta experta. Ayuda, también, la debilidad del euro, que constituye un impulsor de las ventas.
SAP se sitúa entre las compañías del Dax con mayor crecimiento del BPA esperado, que, además, más gustan a los analistas: el consenso de mercado que recoge FactSet recomienda comprar acciones. También destacan por el buen ritmo al que crecen sus ganancias la farmacéutica Fresenius, el fabricante de neumáticos Continental, la tienda de moda online Zalando y la multinacional de tecnología médica Siemens Healthcare.
A pesar de este buen comportamiento de la bolsa alemana, afirma Victoria Torre, «esto no ha supuesto un encarecimiento excesivo de sus múltiplos, por lo que todavía podríamos esperar una revalorización del índice, si bien a unas tasas más moderadas que las de los dos últimos años. La rentabilidad de la bolsa alemana dependerá de la evolución de la economía global y no sólo de su coyuntura doméstica, si bien tampoco restamos importancia al reto que tiene el país por delante tras el resultado de sus elecciones».
Muy distintas son las previsiones para España, siempre sesgada, para bien o para mal, por la banca. «La composición del Ibex 35, un índice muy bancarizado, tiene mucho que ver en esto. Las estimaciones de BPA para los bancos para los próximos años son más bajas, después del subidón que vivieron por la subida de tipos que hemos vivido», señala Alfonso de Gregorio, de Finaccess Value. «La única excepción dentro del Ibex sería Inditex, compañía para la que el mercado sí espera un crecimiento del beneficio para los próximos casi de doble dígito», añade.
En cuanto a Francia, se coloca, con Alemania, como el segundo motor bursátil en el Viejo Continente, a pesar de la complicada situación que vive el país: el BPA se espera que crezca, según recoge Bloomberg, un 15,5%. «Ocurre algo parecido a lo que sucede en el Dax, que son empresas muy globales con expectativas de crecimiento del beneficio muy favorables», añade De Gregorio; las más grandes por capitalización son gigantes como Louis Vuitton, Schneider Electric, Total Energies. «En el caso francés, ha pesado mucho el tema político y, especialmente, lo relativo a los impuestos y tasas a las empresas; esto ha pesado muchísimo en la cotización del Cac, que fue el año pasado el peor índice entre los grandes europeos», apunta.
Nuevo Gobierno en Alemania
Tras las elecciones, Christoph Berger, CIO de Renta Variable europea de Allianz Global Investors, ha señalado que «un Gobierno alemán favorable a las empresas debería mejorar las condiciones para la inversión a medio plazo y estimular la demanda interna». En los últimos años, ha añadido Berger, «muchas empresas alemanas han logrado desvincularse del débil crecimiento económico del país, lo que se ha reflejado en sus beneficios y en la evolución de los precios de las acciones del índice Dax. Sin embargo, las empresas del Dax aún generan, de media, el 20% de sus ingresos en Alemania, enfatizó.
Durante la campaña electoral, Friedrich Merz, líder de la CDU, promovió un programa favorable a las empresas, «con menores impuestos, menos regulación y reducción de beneficios sociales». Sin embargo, el SPD ha defendido un enfoque distinto, «priorizando la justicia social, la inversión en educación e infraestructuras, y la reducción de los costes energéticos. Los puntos en los que convergerán ambas partes aún son inciertos», advierte Christoph Berger.
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